Redacción. Madrid
Sanitas Hospitales lidera un programa pionero en el ámbito sanitario que promueve la actividad física para ayudar a los pacientes oncológicos y a las personas que han superado esta enfermedad, a tener una mejor recuperación y una mayor calidad de vida. En la primera fase del proyecto, 26 pacientes se han beneficiado de esta terapia. Entre otros efectos positivos, en el cien por cien de los casos, ha supuesto una mejora en los niveles de fuerza, el sistema inmunitario y una disminución de la sensación de cansancio que hace que el paciente tenga una mejor tolerancia a los tratamientos y disminuya sus efectos secundarios.
Unidad de Consejo y Cuidado Oncológico de Sanitas.
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Denominado Programa Oncológico de Mejora Física, el proyecto se basa en el diseño de un programa personalizado de actividad física orientado a mejorar las capacidades fisiológicas y emocionales de los pacientes que padecen o han padecido un cáncer. En palabras de Margarita Feyjóo, jefe de Servicio de Oncología del Hospital Sanitas La Moraleja, “lideramos un proyecto pionero en la sanidad, convencidos de la importancia que tiene ofrecer una atención integral en el tratamiento del cáncer. El objetivo es optimizar la calidad de vida y estado de salud de estos pacientes, poniendo a su disposición un programa de actividad física adaptado a sus necesidades, con el que además consiguen una mentalidad más positiva para combatir la enfermedad.”
En el plano físico, se persigue mitigar el cansancio que suelen provocar los tratamientos contra el cáncer, mejorar la capacidad funcional, incrementar los niveles de fuerza, ampliar la capacidad ventilatoria y reforzar el sistema inmunitario. En el plano emocional, la actividad física influye positivamente en la motivación y la autoestima. “Las personas con enfermedades oncológicas sufren alteraciones del aspecto físico que conllevan una insatisfacción corporal y un deterioro de la percepción de la propia imagen. Con esta terapia, el paciente aprende a unir cuerpo y mente y descubre que su cuerpo todavía puede ayudarse a sí mismo a luchar contra la enfermedad.” explica la doctora Feyjóo.
En el cien por cien de los casos, mejora la tolerancia a los tratamientos
El programa se enmarca en los servicios de la Unidad de Consejo y Cuidado Oncológico (UCCO) de Sanitas Hospitales. En la primera etapa del proyecto, puesto en marcha hace un año, 26 pacientes se han beneficiado del mismo. “La valoración es muy positiva ya que en la mayoría de casos, los pacientes afirman que logra mitigar algunos de los efectos secundarios asociados al tratamiento” apunta la doctora Feyjóo.
Entre los efectos más positivos, el 100% de los pacientes afirma que ha supuesto una mejora en la sensación de fuerza y una disminución de la sensación de cansancio, lo que también favorece la realización de las tareas cotidianas y la recuperación de funciones que se pierden por la enfermedad y los tratamientos. En el plano social, un 57 por ciento ha experimentado una mejoría en sus relaciones interpersonales.
“El ejercicio es un tratamiento eficaz para reconciliarse con el cuerpo y superar el cansancio físico y mental. Con estas sesiones el paciente mejora la ejecución de las actividades cotidianas y consigue mayor energía para realizarlas” destaca la doctora Feyjóo.
Adaptado a cada paciente
Para obtener los mejores resultados, el Programa Oncológico de Mejora Física adapta la actividad física al perfil de cada paciente, atendiendo a criterios como su estado físico o el tipo de cáncer. Con este fin, el oncólogo completa una ficha médica para el monitor y éste realiza una evaluación inicial en la que se estudian aspectos como la postura, la movilidad, la fuerza y la flexibilidad.
Después, se diseñan sesiones individuales y grupales que se llevan a cabo en los centros de bienestar de Sanitas. Las primeras incluyen pilates en suelo y con máquinas, entrenamiento personal y técnicas de relajación y/o fisioterapia. Mientras, en las dinámicas de grupo se realiza pilates en suelo, mantenimiento físico y técnicas de relajación. Para los pacientes en tratamiento se plantea una sesión semanal mientras que para los pacientes en revisiones se aconsejan dos sesiones a la semana. Para comprobar la evolución, se realizan evaluaciones cada cuatro sesiones.
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